La creencia predominante en la comunidad de los deportes de resistencia es que cuanto más se entrena, más eficiente es el sistema cardiovascular, y por lo tanto, menor será su frecuencia cardíaca, tanto en reposo como en ejercicio.

En la personalidad de cada cual existe un lado competitivo, tanto si somos conscientes de ello como si no. La competición ofrece desafíos y resulta emocionante. La competición puede resultar agradable y reconfortante, pero también frustrante y contraproducente. Nos gusta entrenarnos para las carreras y a su vez, le estamos pidiendo a nuestra mente que empuje a nuestro cuerpo que poco a poco está envejeciendo de forma progresiva.